Top

Asumiendo responsabilidades

Uno de los principales aspectos de ir creciendo y haciéndose mayores es el de asumir cada vez más autonomía.

Ir aprendiendo a hacer las cosas, a ser independientes y a no necesitar siempre de los demás hace que, tanto niños como adolescentes, se sientan orgullosos de ir ganando parcelas de libertad y autosuficiencia. Pero también es importante transmitirles que esa autonomía conlleva una serie de responsabilidades hacia ellos mismos, hacia las personas que les rodean y hacia el planeta.

La responsabilidad hacia ellos mismos es fundamental. Cuidar de su salud, de su higiene, de su alimentación, etcétera. También deben de ser responsables con las personas que les rodean. Su familia, sus compañeros de clase, sus amigos… A medida que se hacen mayores, tienen que aprender a compartir, a respetar, a ser justos, a tratar a todo el mundo con igualdad y a ser solidarios, entre otras muchas cosas. Esa forma de actuar les permitirá pertenecer, contribuir y colaborar con los que quieren, ya sea en familia, con sus amigos, o en clase y convertirse en  personas íntegras, comprometidas y respetuosas. Y también deben aprender a trabajar en equipo, ya que hoy más que nunca, es fundamental y una responsabilidad hacia nuestra sociedad y con el planeta en el que vivimos.


Conforme se hacen mayores los niños van incorporando a su vida nuevas y variadas responsabilidades, sin olvidar las que ya han adquirido, o están adquiriendo, como ser responsables de su seguridad, – vigilando, en la medida de sus posibilidades, no hacerse daño- y cuidar su salud e higiene personal – aprender a vestirse, a ponerse los zapatos, a lavarse la cara y las manos, a ir al baño, a peinarse, a lavarse los dientes, a comer, etcétera-. Y éstas son aprender a ordenar sus cosas y sus juguetes y, poco a poco, a organizar el tiempo que tienen cuando no están en la escuela o haciendo cosas con su familia.

Tanto si tienen habitación propia, como si la comparten, deben ir haciéndose responsables de su cuidado y mantenimiento. Hacer la cama, cuidar y ordenar sus juguetes, colgar la ropa cuando se la quiten, o meterla en la lavadora si está sucia, preparar su mochila para el día siguiente de colegio, estar pendientes del material escolar que necesitan reponer, etcétera. Evidentemente no hay que exigirles que se hagan responsables de todas y cada una de ellas de golpe, pero sí de que vayan incorporando nuevas tareas poco a poco, según van creciendo, y desde bien pequeños, ya que hacerlas nosotros solo provocará problemas a la larga porque habremos creado niños acostumbrados a que hagamos todo por ellos.

También tiene que ser así con la organización de su tiempo. En un principio les puede parecer algo abstracto, sin embargo, debemos enseñarles que es uno de los mayores tesoros que poseemos y que es bueno aprender a sacarle el máximo partido. Tendrán que aprender a organizar el tiempo libre del que disponen por las tardes y los fines de semana  para hacer los deberes, estudiar, jugar, leer, practicar su hobby preferido, etcétera. Debe haber tiempo para todo, solo es cuestión de organizarse de manera lógica y ordenada.

Como parte de la familia que son también tienen que participar de la convivencia y colaborar en las tareas del hogar dividiendo el trabajo entre todos. Se trata de asumir responsabilidades a su alcance como poner la mesa, reciclar, regar las plantas, etcétera. Y conforme vayan creciendo podemos ir incorporando nuevas, e ir rotando con el resto de miembros de la familia, para que no tengan que hacer siempre las mismas.

A medida que vayan asumiendo responsabilidades en casa es importante tener en cuenta el refuerzo positivo, felicitándoles y agradeciéndoles el esfuerzo. Eso sí, sin hacerles pensar que hacen algo “sobrenatural”. Vivir en familia y formar parte de la sociedad conlleva siempre una serie de obligaciones que, cuanto antes incorporen, mejor que mejor, ya que son tareas necesarias para hacer posible la convivencia en grupo, algo de lo que al final todos queremos disfrutar.

De 0 a 3 y de 3 a 6 años
De 6 a 12 años
De 12 a 16 y de 16 a 18 años

Valora esta publicación

Promedio 5 / 5. 8