Top

La frustración no está tan mal…

La frustración es una emoción natural. Y que muchas veces las cosas no salgan bien a la primera algo de lo más normal. Además, en ocasiones, aprendemos más de nuestros errores, y de la propia frustración que estos conllevan, que de nuestros éxitos. Por eso, a través esta publicación de Cuida de Mí queremos hablarte de diferentes estrategias que pueden ayudar a los pequeños y a los jóvenes a desarrollar la resiliencia emocional necesaria para lidiar ante diferentes situaciones frustrantes teniendo en cuenta que no siempre se puede conseguir lo que se quiere. Que las cosas pueden no salir según lo planeado. Que nadie es perfecto, y eso está bien.  Y que el sentido del humor es una gran herramienta que podemos utilizar en estos casos y en otras muchas ocasiones.


Aprender cosas nuevas y difíciles puede convertirse en todo un desafío, por eso enseñar a los niños y niñas de estas edades a lidiar con la frustración que a menudo viene consigo es vital.

Realizar pequeñas paradas en aquellas tareas que les resulten más complejas para poder pasear, airearse y volver a la carga con energía, o relajarse mediante técnicas de respiración, puede ser muy efectivo. También, se vuelve esencial enseñarles a mantener una actitud positiva ante la vida y ante los retos, ya sean grandes o pequeños, así como a valorar lo que tienen o lo que han conseguido, aunque no sea exactamente lo que deseaban.

Como comentábamos en el anterior rango de edad, es necesario que aprendan a comprender que no siempre se puede conseguir lo que se quiere o en el momento en el que se desea. Mantente firme y ayúdalo a entender que habrá ocasiones en las que no será posible, o en las que tendrá que esperar o hacer un esfuerzo extra.

Ayúdales a establecer metas realistas porque los niños, a veces, no son conscientes de que no pueden lograr algo porque, sencillamente, no es acorde a su edad o porque no está al alcance de sus habilidades en ese momento determinado. Esto les enseñará a perseverar y a no rendirse ante el primer obstáculo.

Nada se da de forma instantánea ¿Quieres tocar el piano o la guitarra? Pues con tres vídeotutoriales de YouTube no se consigue… ¿Aprender un idioma? Esto conlleva muchísimas horas y horas de estudio ¿Avanzar con esa asignatura o asignaturas que tanto te cuesta?… ¡Genial todo lo que te propongas, yo te apoyaré con los recursos que sean necesarios en todo lo que necesites para que puedas lograrlo! Ése es el espíritu.

Otro punto importante es enseñarles a interiorizar que los errores son parte del camino. Del aprendizaje. No son fracasos sino pasos hacia adelante, por muy pequeños que sean. Por eso, en lugar de enfocarnos únicamente en el resultado final, alentemos y celebremos cada esfuerzo, cada intento, porque esto les ayudará a desarrollar la tan necesaria confianza en sí mismos y les proporcionará la motivación para seguir intentándolo.

La  confianza que se adquiere al hablarse interiormente de forma positiva también es muy importante: “Tú puedes”, “A la próxima sí”, “Lo voy a lograr” … porque refuerza su autoestima y les proporciona herramientas para poder manejar la frustración. Y, si en algún momento hay que dar un resoplido o un pequeño gruñido…, no hay que renegar de las emociones ¡Somos humanos! La cuestión es que el proceso no se detenga por ello teniendo siempre presente que la paciencia comienza por nosotros mismos, los adultos.

De 0 a 3 años
De 3 a 6 años
De 6 a 12 años
De 12 a 16 y de 16 a 18 años

Valora esta publicación

Promedio 5 / 5. 7