Sobreprotección a raya
Es un hecho que para que los niños y niñas puedan crecer y desarrollarse de forma integral y plena, además de tener sus necesidades básicas cubiertas, deben de recibir mucho amor y protección para, de este modo, sentirse seguros y confiados para explorar el mundo que los rodea y relacionarse con su entorno de una forma adecuada que incida en su correcto desarrollo emocional.
La cuestión está en ¿cuánta es la protección idónea para no caer en la sobreprotección? sabiendo que esta conlleva un menor nivel de autonomía, así como mayor dificultad para enfrentarse a los problemas del día a día que se les plantearán a los niños, niñas y jóvenes a lo largo de su vida -incluyendo la edad adulta-.
Está en nuestra mano proteger adecuadamente sin caer en un exceso que reste su confianza y autonomía.
Aunque no lo parezca cruzar la línea de la sobreprotección es relativamente fácil. Desde evitar las caídas de los bebés cuando están aprendiendo a andar, y que son necesarias para su propio aprendizaje, hasta, conforme van creciendo, darles de comer o ducharles porque son demasiado pequeños. La clave está en pensar que el bebé es únicamente bebé por un tiempo pero que, según vaya haciéndose mayor, debe ir asumiendo responsabilidades acordes a su edad y su nivel madurativo.
Tener un bebé conlleva asumir su cuidado y su seguridad para que crezca sano, fuerte y autónomo. Como en el símil de la planta, a la cual si das demasiada agua se ahoga. Por eso, hay que animar a los niños y niñas a tomar el relevo para que, poco a poco, puedan ir haciendo las cosas por sí mismos. Porque aunque parezca que no pueden… ya podrán. Y eso os hará sentiros muy orgullosos de sus logros tanto a ellos como a vosotros.
Ahorrarles errores, ya sea jugando, dibujando… y ayudarles para que les salga bien y a la primera no es una buena idea. Lo mejor es que aprendan que, tras equivocarse muchas veces, al final las cosas salen. Ésa si es una gran enseñanza vital que les ayudará cuando aprendan cosas nuevas y se enfrenten a nuevos retos mucho más difíciles.
A nivel material, es importante recordar que no es necesario que los bebés lo tengan todo. Hay muchas cosas que sólo se suman a las muchas que ya tienen y que, a veces, ni llegan a estrenar o a disfrutar. Se puede criar a un bebé con muy pocas cosas -las realmente necesarias- lo único insustituible eres tú.