Vamos a tener un gran curso
Como cada mes de septiembre y con cada vuelta al cole ¿Suele invadirte la sensación de hacer borrón y cuenta nueva? ¿O la de volver otra vez a lo mismo de siempre? En esta publicación vamos a tratar de ofrecerte una inyección de energía y optimismo desde la planificación, para intentar corregir aquellos errores que hayamos podido cometer en el pasado; procurar llegar a tiempo en el día a día, y conseguir que los niños comiencen el curso no sólo con libros y material escolar nuevo sino con la ilusión de aprender y mejorar día a día. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y seguro que todo irá genial.
¡Cuánto cambian los niños en un solo año! Durante la primera infancia somos más conscientes que nunca de lo acelerado que es el crecimiento y el aprendizaje en los más pequeños. Un período intenso, concentrado, en el que un año vale muchísimo más que cualquier otro, y en el que tomar conciencia de las metas o logros que se van a cumplir durante cada etapa es muy importante: caminar y controlar el movimiento. Decirle adiós al pañal. Mejorar la motricidad fina para comer o, por ejemplo, pintar. Hablar y hacerse entender… en definitiva, incorporar y almacenar muchísima información en sus pequeños cerebros.
En esta nueva etapa que trae consigo el otoño, y con la llegada del nuevo curso, es fundamental acompañar a los pequeños a “hacerse mayores”, siendo CONSCIENTES de ello. Sobre todo para asegurarnos que las cosas siguen un ritmo normal y siempre teniendo en cuenta que cada cual necesita su tiempo pero sin despistarnos o esconder la cabeza si algo no va bien, ya que poner medios desde el principio para poder arreglar las cosas les dará muchísima ventaja.
También es importante no perder de vista que somos sus referentes, sus modelos a seguir, y tener presente esto siendo coherentes entre lo que decimos y lo que posteriormente hacemos. Es momento de sembrar, de poner límites y de amarlos intensamente para que sepan que siempre estaremos ahí. Cada día que pasa es una oportunidad de compartir momentos y experiencias, de corregir comportamientos, de abrazar, de explicar cuentos e historias, de jugar, de cantar, de volver a ser niños con ellos. Intentemos disfrutarlos intensamente a su lado ya la infancia pasa muy rápido y vivirla junto a ellos es una de los mejores regalos que la vida puede ofrecernos.