¿Y después del verano qué? ¿Cómo afrontar la rutina?
Tanto niños como adultos esperamos siempre con ilusión las vacaciones de verano. Son el premio final después de todo un año de esfuerzo en la escuela, en el trabajo, en casa… En vacaciones desconectamos, podemos relajarnos, olvidar los horarios, las obligaciones…
A todos, en mayor o en menor medida, nos cuesta al final de las mismas volver a nuestra vida diaria. Sin embargo no todo tiene porqué ser malo. El regreso a la rutina nos aporta orden, control, tranquilidad y seguridad, y esto nos permite poder tener nuestro tiempo ordenado y optimizado.
A medida que los niños van creciendo disfrutan de las vacaciones de una forma más especial: van teniendo más libertad, conocen lugares nuevos, hacen nuevos amigos… Todo es divertido y novedoso porque pueden hacer cosas a las que durante el curso escolar no están acostumbrados como más actividades al aire libre, tener horarios menos rígidos, acostarse más tarde en las fiestas del pueblo o en la playa…
Volver a la escuela y a las rutinas, sin embargo, no tiene porqué entenderse como una pérdida de libertad o espontaneidad en sus vidas. Una vida ordenada y organizada puede ayudar a optimizar el tiempo y a hacer más actividades a lo largo del día. Además de ir a la escuela la jornada se puede aprovechar al máximo y, en muchos casos, sirve para realizar actividades extraescolares o deportivas. Hay cientos de opciones para todos los gustos.
Lo más práctico para regresar a nuestro día a día y no agobiarnos con los horarios es poder tenerlos compartidos. Hay estupendos organizadores familiares que están pensados para facilitarnos la vida y no olvidarnos de nada. Se trata de consultarlos regularmente para saber qué nos aguarda de antemano cada semana y que este control pueda proporcionarnos a todos la calma y seguridad necesaria.
Y si lo que les preocupa es la monotonía, aunque ésta les muy viene bien en determinados momentos y les da estabilidad, puedes ayudarles a concentrarse en la llegada de grandes eventos como la entrada del otoño, los cumpleaños de sus amigos, las Navidades no tan lejanas ya… u organizar planes divertidos y diferentes durante los fines de semana que poder compartir y disfrutar en familia. Sin olvidarnos por supuesto de ayudarles a gestionar además de su tiempo de ocio el de las obligaciones que trae consigo el colegio y el ir poco a poco haciéndose mayores.