Ideas para tener un curso estupendo
El comienzo del curso escolar es un momento clave en el año tanto para los pequeños como para los más mayores. Es tiempo de volver a empezar -de la mejor manera posible- y de establecer pautas que favorezcan dinámicas adecuadas que permitan que el año pueda desarrollarse sobre las mejores bases, para que el curso pueda convertirse en una vivencia única y maravillosa y que tanto adultos como niños podamos vivirlo con ilusión sin angustias ni nervios.
En anteriores publicaciones de Cuida de Mí hablábamos sobre cómo establecer rutinas con los más pequeños -y los que ya no lo son tanto- y sobre la importancia de mantener una línea de comunicación adecuada con sus profesores. Hoy, a través de este artículo, queremos hablaros además de otros factores que consideramos clave para que todo pueda ir sobre ruedas.
Unos días antes de su primer día en el “cole de mayores” es importante que hables con tu pequeña o pequeño sobre esta nueva etapa y que le animes a hacer todas las preguntas que le puedan surgir para que podáis hablarlas con calma. Si es posible acercaros al centro para que pueda familiarizarse con sus espacios y sus profesores ya que estamos seguros de que le aportará tranquilidad y que, además, le vendrá genial conocer previamente el entorno donde pasará una parte muy importante de su día a día.
Esta etapa es un paso más hacia su autonomía e independencia y al igual que ellos nosotros, los adultos, tendremos que reforzar algunas cosas durante el curso para que puedan comenzar a dar pequeños pasos hacia la misma. Proponte acompañarle, pero no sobreprotegerle, ya que es muy fácil caer en la tentación de hacérselo todo porque va lento y le cuesta, aunque sea lo normal a estas edades, ya que sobreprotegerle lejos de ayudarle solo le restará oportunidades de aprendizaje.
Aliéntale a hacer las cosas por sí mismo y a no rendirse a la primera: abrocharse el babi, el abrigo… Puedes facilitárselo al principio con sistemas más sencillos como por ejemplo el velcro, pero poco a poco tiene que conseguir poder hacer las cosas por sí mismo/a, porque eso son también destrezas motrices que le irán bien para escribir, dibujar… y, además, se sentirá muy orgulloso/a de lograrlo cuando finalmente lo haga, que lo hará.
Reservaos siempre un minuto para despediros con cariño en la puerta del colegio, proporcionándole la seguridad de que volveréis a buscarle después y que entonces podrá contaros todas esas cosas que ha hecho y aprendido durante el día. Que sepa que pasar tiempo con él/ella es importante para vosotros.
Intenta participar activamente en las actividades que propongan en el colegio. Forma parte, intégrate, conoce mejor a los profesores, el funcionamiento y a los demás padres. A tus hijos les encantará verte ser parte activa de su entorno y además les motivará a serlo a ellos/as también con todos los beneficios que esto conlleva.
En casa, aunque no debe continuar el colegio, sí que es muy recomendable participar en fomentar sus hábitos, especialmente la lectura. Que sientan el amor por los libros, las historias, por meterse en el papel… Mejorarán su vocabulario y, a su vez, comenzarán a comprender lo importante y maravilloso que es aprender a leer. Y si hacen manualidades contigo, como por ejemplo decorar la casa en Navidad, pasaréis tiempo de calidad y, además, les ayudarás a mejorar sus destrezas. Y si las cosas no quedan como esperabas ten en cuenta que lo importante es que lo hicieron con cariño, que estuvisteis juntos y que, además, se sentirán súper orgullosos/as de ver sus creaciones en casa.
Finalmente, intenta guardar tiempo para ir al parque al salir de clase si es posible. No solo porque jugar libremente es su derecho sino también porque es una oportunidad para él o ella de desarrollar sus habilidades sociales, y para ti de ver cómo se comporta con los demás. Sin interceder por tu parte en las discusiones o conflictos puntuales -salvo necesidad- para que aprenda a resolverlas sin que seamos nosotros los adultos quienes siempre las solucionemos.
Y, como recomendábamos para los niños y niñas de 0 a 3 años, ten paciencia si la adaptación lleva un tiempo. Los niños y niñas más sensibles necesitan más recorrido y paciencia y superar la angustia de la separación para ellos no es cosa de dos días. Estamos seguros de que con cariño y comprensión lo lograrán e irán mucho mejor al colegio.