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Niños tímidos. Ayudándoles a mejorar su capacidad de relacionarse

Personalidad, sentido del ridículo, audacia, prudencia, sentido del humor.

En una sociedad en la que ser extrovertido y tener grandes capacidades de relación es casi automáticamente sinónimo de éxito, ser introvertido o mostrar timidez se considera poco menos que algo negativo. Pero ser tímido no significa no tener la capacidad de poder relacionarse con los demás y, además, hay mucho que se puede hacer desde la educación y desde la voluntad de querer conectar. Porque es posible aprender a ser más sociable, a superar la vergüenza o el miedo a hacer el ridículo, y también a quererse más, con el objetivo de llegar a ser un adulto feliz, que se acepta tal y como es, y que se relaciona con los demás de una forma totalmente satisfactoria. El entorno, así como los aprendizajes, interacciones y experiencias vividas durante la infancia, serán factores determinantes.


Aprender a quererse y a perder con humor.

Empezar a ir al colegio, y antes en la Escuela Infantil, es también comenzar a exponerse a nuevas situaciones que plantean dificultades. Puede ser que te hagan llorar, que te hagan enfadar, que alguien te hagan sentir incomodo (incluso sin mala intención)… Es un campo de pruebas para la socialización.

Si tu hijo es tímido coméntaselo a su tutor o tutora para que esté al tanto, le observe, y le proteja y le exponga a partes iguales a la interacción con otros niños. Es muy importante que tengas en cuenta que la sobreprotección no es recomendable y que es considerada una de las principales causas de timidez, porque priva al niño/a de pasar y superar las pequeñas frustraciones que ofrece el tú a tú con los demás.

En Cuida de Mí creemos que es fundamental inculcar a los más pequeños, y también conformen van creciendo, un gran valor para toda la vida: el sentido del humor, incluido el que hay que tener para reírse de los propios errores, para desdramatizar y para enfocar la vida con optimismo. Porque tomarse todo demasiado en serio hará más fácil caer en el sentido del ridículo, así como más difícil lidiar con la frustración, que,  a veces, sucede un día sí y otro también en la vida. El “no pasa nada”, el “está estupendo” y el “lo conseguirás” deben ser frases de cabecera y motivadoras para aquellos niños que son más tímidos o introvertidos ya que éstas reforzarán su autoestima, contribuyendo a que se sientan mucho mejor y ayudándoles a valorar sus logros por pequeños que sean o puedan parecer.

Como comentábamos en la franja de 0 a 3 años de edad “Fuerza un poco la máquina” yendo al parque casi como rutina, o a una ludoteca, o apúntale a alguna actividad que le anime a relacionarse y a desarrollar su habilidades comunicativas desde la diversión. Evita, además, compararle con los demás y muéstrate tú también sociable ya que para él/ella eres un espejo en el que mirarse. Y recuerda promover su autonomía, a través de pequeñas tareas que pueda asumir, porque ésta fomenta la autoestima y la responsabilidad así como la capacidad de aprendizaje.

Ten en cuenta además que cada persona es un mundo y que mientras unos disfrutan estando rodeados, otros encuentran la felicidad en entornos más reducidos. La clave es justo esa: la felicidad. Lo importante es que tu hijo/a se sienta bien, y si es tímido, que su timidez no le frene, ni le haga ser infeliz, o le permita adaptarse a las diferentes situaciones que se encontrará en su día a día a lo largo de su vida.

De 0 a 3 años
De 3 a 6 años
De 6 a 12 años
De 12 a 16 años
De 16 a 18 años

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